sábado, 20 de noviembre de 2010

Sin miedo

Llega, se instala y no pregunta. A veces te avisa de lo que puede ocurrir, pero la mayoría de las veces no. Te ciega y te hace disfrutar.
Pero no es un disfrute cualquiera. Indescriptible es la palabra que define a ese disfrute y sólo tú sabes lo que se siente.
Sólo tú puedes creer que es un sueño del que vas a despertar y como en tantísimos sueños, no tiene un final aunque intentes dormirte de nuevo para saberlo, o bien, es algo real que te hace soñar.
Por eso, a menudo nos empeñamos en que sea un sueño hecho realidad y no en que cada historia que vivimos lo sea. Nos sentimos decepcionados cuando nos hacen daño sin pensar en que algo mejor va a venir detrás.
Yo, desde hace tiempo puedo permitirme crear cada uno de mis sueños, disfrutarlos y si se acaba uno ponerme a trabajar en el siguiente.

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